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Movimiento Social de los Patriotas Chilenos

Exigimos la libertad de todos los uniformados presos políticos


BLOG OFICIAL


4 de febrero de 2012

"La Institucionalización de la Injusticia" y otros escritos, por el Crl. Alejandro Russell O´Kuinghttonss




LA INSTITUCIONALIZACION DE LA INJUSTICIA


3-1-12


El Presidente de la República firmó un proyecto de ley que crea la “Subsecretaría de Derechos Humanos”, la que dependerá del Ministerio de Justicia. Este proyecto de ley de paso cambiará el nombre a la cartera, quedando como “Ministerio de Justicia y Derechos Humanos”.

¿A qué obedece esta iniciativa del Gobierno?

Podríamos comprender esto si el Presidente entiende por “Derechos Humanos” la esencia misma de su declaración, promulgada por la Organización de las Naciones Unidas el año 1948, y que en síntesis decía:

“Que los derechos humanos son inalienables para TODAS LAS PERSONAS; que son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a TODA PERSONA, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna...”

Pero para nadie es desconocido que cualquier buena intención del tema fue desvirtuada por la politización que en el mundo se hizo del mismo. El fin de la guerra fría con la derrota del marxismo llevó a las corrientes de izquierda a adueñarse de la expresión “derechos humanos”. El concepto inicial que incluía a toda la humanidad fue trabajado cuidadosamente “izquierdizando” su esencia, y haciendo uso y abuso del mismo para proteger sólo a algunos, pero principalmente… para perseguir a los otros.

Lo anterior queda de manifiesto cuando los aberrantes crímenes cometidos por el comunismo en el mundo, con más de cien millones de víctimas, están absolutamente impunes frente a los “derechos humanos”. Y sin embargo, esos “derechos” si son empleados para perseguir y lapidar a quienes en distintas partes del orbe, tuvieron que enfrentarse al comunismo. 

¿Alguien mencionó los derechos humanos en la ex Unión Soviética cuando se apresó a cientos de millones de personas y se sometió a un régimen de terror a una decena de naciones que dejaron de ser tales?, ¿Alguien se preocupó de los derechos humanos de los millones de alemanes que estuvieron sometidos a la crueldad de Erich Honecker tras el muro de Berlín, por decenas de años?, ¿Alguien se preocupa de los derechos humanos de los millones de cubanos prisioneros de Fidel Castro en su propio suelo, por más de cincuenta años?

Estas preguntas y muchas más tienen la misma respuesta: NADIE. Porque en esos lugares dominó o domina aun el marxismo, doctrina criminal cuyas víctimas lamentablemente NO tienen derechos humanos. 

Pero sin embargo los que abusaron y trataron de someter a la humanidad a la esclavitud marxista SI tienen derechos humanos, como el mismo Honecker, que bajo la premisa de respetar sus derechos humanos, fue oficialmente escondido en Chile cuando fue buscado para juzgarlo por sus crímenes.

En todas las naciones que durante la guerra fría estuvieron dominadas o afectadas por el marxismo se puede observar lo anterior. Los derechos humanos protegen a unos y desamparan a otros, todo según el color político. Indicio bajo el cual se puede aseverar que la declaración original de estos derechos ya no existe, y ellos se han transformado en el principal símbolo de la INJUSTICIA, porque su accionar NO es el mismo para todas las personas.

En el caso particular de Chile, es donde mejor se puede observar el doble estándar de los derechos humanos.

Durante la contienda militar del año 1973, las Fuerzas Armadas y de Orden se enfrentaron a hordas fuertemente armadas en forma ilegal por Allende, donde murieron muchos violentistas de izquierda, como también muchos uniformados que cumplían un deber constitucional. Pero esto no termino ahí, los años siguientes fueron peores aun para los chilenos y para los miembros de las Instituciones uniformadas, Chile se vio sumido en la más salvaje y criminal andanada terrorista de izquierda, quienes incluso durante el propio Gobierno Militar se atrevieron a internar una impresionante cantidad de armas provenientes de Cuba. Esta subversión terminó con la vida de cientos de uniformados, principalmente Carabineros, y también civiles inocentes.

Pues bien, transcurrido el tiempo pudimos ver la acción de los “derechos humanos”, la que luego de la politización del poder judicial chileno, dio inicio a una encarnizada persecución de ex uniformados, a los que no se les ha aplicado NADA de lo que la ley contempla, se les han negado flagrantemente TODOS sus derechos, y lo más paradojal, se les han aplicado nociones inexistentes en nuestra judicatura. Y al mismo tiempo, a sus adversarios, a los que portaron armas ilegales y  cometieron salvajes crímenes, bajo la premisa de los “derechos humanos” fueron liberados de toda culpa, y todos, absolutamente todos (más de ocho mil), salieron de las cárceles y vagabundean por las calles chilenas y por el mundo como seres inocentes e inofensivos.

Entonces a buen entendedor, el término “derechos humanos”, en todas partes del mundo y principalmente en Chile, es sinónimo de INJUSTICIA.

Malamente el Señor Presidente de Chile entonces puede crear una “Subsecretaría de los Derechos Humanos”, en otras palabras, una “Subsecretaría de la Injusticia”. Y lo peor es que con eso, indirectamente, se está despenalizando la prevaricación judicial, ya que ante el imperio de la injusticia, la politización de la justicia misma, pasa a ser un problema menor.

Lindo espectáculo el del Presidente que prometió soluciones a los chilenos y particularmente a los ex uniformados. Él, aparte de mantener y financiar bajo su alero en La Moneda, un programa de “derechos humanos” compuesto por una veintena de abogados izquierdistas, instalados allí por la Concertación para perseguir a ex uniformados; ahora se da el lujo de crear el (único en el mundo), “MINISTERIO DE JUSTICIA Y DE LA INJUSTICIA”.




  
Carta Abierta a la Diputada Rubilar

26-1-12


Señora Diputada

Karla Rubilar Barahona

Presente



Antes que nada le pido perdón por usar este medio (facebook), para dirigirme a Usted, pero resulta que a través del mismo, me pude enterar de ciertos comentarios suyos referidos a ex uniformados chilenos.



No sé qué edad tiene Usted, ni sé tampoco que parte de la historia vivió, y en forma intensa como para comentarla con discernimiento. Tampoco pretendo hacerle una clase de historia, creo que le faltaría el respeto.



Pero ante sus dichos Señora, y me refiero particularmente a su opinión sobre el Monumento que en algún momento se erigió al Señor ex Comandante en Jefe de la Armada y ex miembro de la Honorable Junta Militar de Gobierno, Almirante don José Toribio merino Castro, no me puedo callar.



Me interesaría mucho conocer su opinión sobre la mal recordada Unidad Popular y sobre la participación que le cupo en la destrucción de Chile al sátrapa Allende, la peor calaña humana que ha pasado por La Moneda. Es curioso que Usted Diputada, guarde silencio de eso, y le recuerdo que esa alimaña satánica, tiene un monumento en la propia Plaza de la Constitución.



Usted habla de “lo difícil y violento que resulta ver la estatua del ex Marino”. Ante esta poco atinada expresión le pregunto lo mismo: ¿No es difícil y violento ver una estatua de Allende para los cientos de miles de chilenos que nos asfixiábamos en la puerta del horno del marxismo internacional?... parece que Usted eso no lo vivió.



Le recuerdo entonces que el Señor Almirante Merino, junto a otros tres Señores Generales, más todas las Fuerzas Armadas y de Orden de la época, a las que con orgullo el suscrito perteneció; liberaron este país de la peor y más criminal de las represiones vistas en la historia, que asesinó a más de cien millones de seres humanos, y destruyó, arruinó y deshumanizó a más de la mitad del planeta.



¿Sabía eso Señora Diputada, o cree que estoy mintiendo?



En sus tropezadas palabras Usted Señora también menciona al Señor Brigadier Miguel Krassnoff Martchenco, un brillante Oficial de nuestro Ejército, que se encuentra secuestrado en una cárcel por la más cruda politización judicial y la más bárbara persecución política vista en Chile.



¿Usted como Parlamentaria cambiaría su penoso discurso por desenmascarar las fechorías judiciales que se ven en Chile y el millonario robo al fisco que buscan esos “familiares de víctimas”, a los que sí defiende?



Le aseguro Señora Rubilar que Usted no tendría piso intelectual alguno, frente al Brigadier Krassnoff y otros tantos servidores públicos a quienes la porquería política chilena mantiene en ese flagrante secuestro.



Sus palabras además llegan a otros tópicos bastante poco atinados y muy dignos de persona iletrada, como “las Fuerzas Armadas pasan a llevar principios básicos que rigen la vida en sociedad”, refiriéndose a los vilipendiados derechos humanos; o que el aporte del Señor Almirante Merino “marca una etapa muy dolorosa y oscura de nuestra historia reciente”.



Realmente Señora Diputada y por mantener una línea de respeto a su persona quisiera no referirme sus desatinos recién nombrados. Prefiero cerrar mis palabras con dos simples recomendaciones: Primero, apague sus micrófonos Señora Diputada, porque la están traicionando mucho, más de lo debido; y Segundo, lea y lea mucho, pero aprenda a leer verdades, si no sabe donde encontrar verdades asesórese bien y le aseguro que las podrá ver muy cerca, solo sacándose algunas enquistadas lagañas.



Si me hace caso Señora Diputada, le aseguro que su discurso cambiará, y de paso su proyección en la política chilena. Porque si sigue así su futuro es muy incierto.



Desde ya olvídese del voto de los Militares retirados y de nuestras familias, como también del voto de los chilenos verdaderamente patriotas, que no son pocos.



Atentamente



Alejandro Russell O’Kuinghttonss

Coronel en Retiro



CHILE: LA PUTREFACCION DE SU POLÍTICA 
Y DE SU JUSTICIA


25-1-12


Esta semana en un nuevo circo judicial el “Ministro” Jorge Cepeda Arancibia, dictó sentencia en un caso absolutamente prescrito según la Ley chilena. Aunque parezca increíble, el supuesto hecho, porque nada está confirmado, acaeció el año 1976.


En este caso particular, la sentencia afecta a Militares en retiro y a miembros de la ex Colonia Dignidad, en una diatriba perorata creada por la venganza marxista, la que tras el proceso judicial, por supuesto, esconde un millonario interés.


Lo anterior porque en el aspecto civil, el “Ministro” Cepeda, condena nada menos que al Fisco, o sea, a todos los chilenos, a pagar (textual) “solidariamente”, la cantidad de  $ 90.000.000 (noventa millones de pesos), a los familiares de cada una de las “víctimas” (tercera o cuarta generación), como indemnización de perjuicios.


Este teatro de la justicia chilena ya es normal. Y para que estamos con cosas escondidas, las verdaderas víctimas son dos: Primero los Militares sentenciados, quienes ya hace años están secuestrados en una cárcel fabricada para ellos, a los que el “Ministro” sólo le suma años a sus eternas condenas; y finalmente nosotros, todos los chilenos, que tendremos que pagar millones a un grupo de desvergonzados ladrones.


El hambre de dinero fiscal en Chile no descansa. El actual Presidente de la República dentro de sus infinitas promesas incumplidas aseguró a sus engañados electores que terminaría con todo eso, pero mintió. El robo a los chilenos y la persecución a Militares es rutina y manía en los políticos, de todos los sectores.


No resulta extraño entonces que en el aniversario de la muerte natural de Frei Montalva, su hijo Eduardo, no trepidara en atacar a las Fuerzas Armadas culpándolas de un crimen absolutamente falso, una ficción ridícula construida con farsanterías, donde el “Ministro” de la causa, Alejandro Madrid, tras vergonzosos años de trabajo y con decenas de tomos cargados de mentiras, no ha podido demostrar nada, salvo la propia enfermedad natural.


Vergonzoso proceder de un “Ministro”, quien entre otras arbitrariedades y tratando de legitimar la mentira, se ha negado a incluir en el proceso el testimonio más fidedigno, el que cualquier Juez correcto consideraría para el cierre de una causa. Me refiero al de la Química Inmunóloga y Profesora Universitaria Clara Retamal Gil, quien cuenta con todos los medios de prueba científicos, de que Frei Montalva falleció a causa de una infección generalizada causada por el hongo “candida albicans”, adquirido por error quirúrgico del Médico Augusto Larraín, quien lo intervino de una hernia al hiato en 1982.


Recordemos que el mismo “Ministro” Madrid, a una semana de la inminente perdida en las elecciones presidenciales de Frei Ruiz Tagle, a modo de ayuda, aseguró públicamente y en forma irresponsable que Frei Montalva había sido asesinado. Acto de absoluta y flagrante prevaricación, que tras la derrota en las elecciones, dejaron escondido tras las bambalinas judiciales chilenas.


¿Cuántos millones están en juego en el caso Frei Montalva?




¿RENACE LA VERDAD?...


11-1-12 

Esta semana se publicó en El Mercurio una trascendental carta del Señor General del Aire  Don Fernando Matthei Aubel, ex Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile y ex Miembro de la Honorable Junta Militar de Gobierno.
 En la nota el Señor general declara que “compartió y sigue compartiendo plenamente, los ideales que inspiraron el pronunciamiento militar de 1973”; que “lamenta profundamente toda pérdida de vidas humanas, civiles y militares, ocurridas en la ocasión”; que “se siente honrado de haber participado en el gobierno militar”; que “cree firmemente que el gobierno militar modernizó de raíz el país, le dio orgullo y grandeza”; y que (como gobierno militar), “cumplieron escrupulosamente su compromiso de volver a la democracia plena y restaurar la libertad política, económica y social”.

Esta nota titulada “Los hechos son los hechos”, del Señor general Matthei, una alta autoridad del gobierno militar, marca un importante precedente, podría ser un renacer de la verdad histórica chilena, tan oculta, pisoteada y tergiversada por los gobiernos políticos posteriores, los de la concertación y el actual. Pero lo principal, constituye una reacción necesaria, la primera en mucho tiempo, de una autoridad militar del Gobierno más exitoso y más denostado de nuestra historia contemporánea. A esta reacción, por el bien de Chile y de la verdad, debieran seguir otras. El silencio de la virtud… ha otorgado demasiado terreno a la farsa.

A los políticos en general, incluida la derecha, el recuerdo del gobierno militar los abruma, les causa escozor, es una barrera infranqueable para ellos. El Gobierno Militar chileno fue un indesmentible ejemplo de profesionalismo, trabajo, limpieza, orden, gobernabilidad y patriotismo. A la concertación particularmente le genera un resentimiento incontrolado, ya que les coartó por 17 años el acceso al poder y a las arcas fiscales. Y a la izquierda comunista le genera un destemplado odio, ya que les derrumbó todo lo andrajoso que habían logrado construir con Allende, para transformar nuestro país en un satélite más de la (en la época), creciente revolución marxista.

La perversidad e inescrupulosidad que envuelve a la política chilena logró que en 22 años de “democracia”, sacaran del recuerdo de los chilenos todo vestigio de verdad, incluso han demonizado en la mente de los más jóvenes la actuación que les cupo a las Fuerzas Armadas y de Orden, Instituciones de la República que actuaron únicamente cuando se produjo, como bien explica el General Matthei, “la consecuencia inevitable de un conflicto civil extremo, en cuya gestación y desarrollo esas Instituciones no tuvieron participación ni responsabilidad alguna”.

Lo más increíble del infame revanchismo de la política chilena en contra de los militares, lo constituye la inédita politización lograda en la Justicia chilena, la que en forma creciente y a instigación del poder político de turno, ha dado curso a la más inexorable persecución político judicial de ex uniformados, a quienes permanentemente se ha aplicado lo que no corresponde y se les ha negado lo que la ley contempla, logrando así condenar a cárcel a quienes cumplieron deberes constitucionales. Mientras los que fueron sus adversarios en la contienda armada, los miles de subversivos que portaron armamento ilegal y asesinaron a mansalva, fueron favorecidos con libertad.

Es principalmente por lo anterior, que la carta del Señor general Matthei cobra especial importancia. Ella podría reabrir las puertas a la verdad histórica, podría permitir el análisis y estudio de los hechos en su contexto real, y podría otorgar esperanza a los ex uniformados ilícitamente perseguidos y a los injustamente encarcelados; y por último, puede desenmascarar la mentira impuesta por los políticos.

“La labor de las Fuerzas Armadas y de Orden la juzgará la historia, y estoy convencido de que será positivamente”, dice el General Matthei. ¡Y por Dios que tiene razón! Entonces ¿por qué seguir permitiendo con impávida debilidad, que los verdaderos responsables de la destrucción de Chile, hoy apunten con el dedo, juzguen y condenen a los recuperaron la conciencia y el alma de los chilenos?   

Por eso, este valioso y varonil ejemplo del Señor General Matthei, exige que todos quienes actuaron en la época salgan de su silencio, y entren definitivamente en la defensa de su propia dignidad, esa tan pisoteada por la politiquería. Es necesario que todos los ex uniformados, especialmente los que ocuparon cargos importantes en el Gobierno Militar, los que fueron Ministros de Estado, Subsecretarios, Intendentes, Gobernadores, etc.; esos que son recordados con respeto por una inmensa cantidad de chilenos juiciosos y agradecidos, esos que fueron los gestores de la grandeza de Chile que hoy cínicamente exportan los políticos de turno; que se unan, monolíticamente como lo hicieran antaño, y que bizarramente, como lo hizo el Señor General Matthei, defiendan con hidalguía, el brioso período de la historia en el que dignamente participaron, que defiendan la verdad de los acontecimientos tan cínicamente desvirtuada, y principalmente que defiendan a quienes por venganza y odio, viven momentos de desdicha.
 Hay muchas formas de hacer esto: la mentira de la concertación se desvirtúa con verdades, el odio comunista se neutraliza con valor, y la traición de la derecha se castiga con distancia. Pero lo principal es la unión, abandonar el dañino letargo, y dar con patriotismo y hombría la última batalla, la que reposicionará la verdad histórica en el sitial que le corresponde.

Alejandro Russell O’Kuinghttonss





Cuando la verdad ronda… la bestia roja marxista ataca

22-11-11

La izquierda es una horda de desalmados, rufianes satánicos, morbosidades humanas que solo obedecen al flujo venenoso y mordaz de la odiosidad, y que hacen de la violencia analfabeta su forma de vivir y de actuar.

Eso ocurrió en el acto de lanzamiento de la cuarta edición del Libro “MIGUEL KRASSNOFF, PRISIONERO POR SERVIR A CHILE”. Donde las dependencias del Club “Providencia” fueron rodeadas por una inmensa cantidad de terroristas, peligrosos haraganes armados de piedras, fierros y combustibles, los que desataron el caos y el terror en el vecindario, impidieron el ingreso de cientos de personas pacificas que trataron de llegar al acto, golpearon e hirieron salvajemente a los que se atrevieron a atravesar la barrera terrorista, y finalmente, sitiaron en el lugar a las más de quinientas personas que lograron entrar oportunamente.

A esto hay que agregar el pan de cada día: la agresión vil y cobarde en contra de Carabineros de Chile, patriótica Institución que con los brazos irresponsablemente atados por la propia autoridad nacional, debe enfrentar a cara y pecho descubierto a los más peligrosos subversivos.

Esta salvajada de la bestia roja marxista que todos pudimos ver en televisión, simplemente obedece al odio enconado que por naturaleza germina en la inmunda inconsciencia de los derrotados, digo “inconsciencia” porque esas raleas no tienen alma. Jamás perdonarán ellos que las Fuerzas Armadas y Carabineros derrumbaran el andamiaje que el sátrapa Allende edificó en Chile para la instauración de una dictadura comunista, al estilo que en la época imperaba en la URSS y en Cuba. Jamás perdonarán que el Alma Militar Chilena frenara la invasión foránea asesina y destructora de Patria, proveyendo de libertad, orden y desarrollo a su pueblo.

Esa es la mugrosa motivación que esos despreciables entes tuvieron para tratar de impedir el acto de lanzamiento de un libro que dice la verdad, y que además deja al descubierto la mediocridad de la mugre marxista.

Así es como el Brigadier Krassnoff son sesenta los uniformados chilenos que están prisioneros por servir y defender a Chile. Y además son miles los perseguidos por la odiosidad y la venganza de la bestia roja marxista, por la cobarde traición del actual gobierno, y por una “justicia” que actuando con miopía, con nula ética y acción prevaricadora, los someten a los más deleznables, patrañeros y mentirosos procesos.

¿Qué tienen que hacer los Militares frente a tanta porquería?

Es una crueldad recomendarles “paciencia”, cuando tienen que ver crecer a sus nietos tras barrotes de fierro, mientras los subversivos ilegales que fueron sus adversarios, los que se enfrentaban a ellos bala a bala desde trincheras opuestas, hoy se burlan y gozan de libertad. Libertad otorgada por la misma ley que a ellos los persigue y encarcela por cumplir con un deber constitucional.

Lo  rescatable es que el acto de lanzamiento del excelente libro se pudo realizar igual, pese al caos que la subversión creaba en la calle.

Y aunque les duela… Cuando la bestia roja marxista ataca, la verdad siempre prevalece.

Alejandro Russell O´Kuinghttonss











HACER SIMPLEMENTE LO MISMO… que la concertación
30-10-11
La gente consecuente de este país, sabe muy bien que la Justicia perdió todo crédito ante la sociedad chilena, esto por supuesto, tras el paso irresponsable e inoficioso de la Concertación.

La Justicia en Chile ya no es tal, se transformó en un ente absolutamente politizado, separatista, de accionar sucio y anti constitucional. Y lo peor es que los integrantes de este importante Poder del Estado, con el paso de los años y de su seguidilla de infortunados actos, llegaron al convencimiento subjetivo, de que su proceder es correcto.

Penoso y vergonzoso, ésta es una situación que debe ser enmendada con urgencia. Pero no obstante, el Judicial sigue siendo un importante Poder del Estado, el que debe ser respetado absolutamente por todos los chilenos, muy especialmente por los otros Poderes, y primordialmente, por toda la casta política, la de todos los sectores. De no ser así, la Institucionalidad Nacional pierde toda consistencia.

Hace pocos días el Gobierno cometió un grave error. El Ministro de Justicia anunció que: “el Ejecutivo considerará la forma en que fallen los Jueces, en especial las medidas cautelares de imputados, para cursar futuros nombramientos y promociones a puestos de trabajo” (lo anterior a raíz de la forma en que la justicia falle en los graves casos de delincuencia que abruman al país a raíz del mal llamado “problema en la educación”). O sea el Ministro, o mejor el Gobierno, perpetró una abierta y flagrante amenaza al Poder Judicial; algo que nunca hizo en sus veinte años la impúdica y mal recordada Concertación, pero sin embargo éstos supieron manejar y politizar la justicia a su regalado gusto y antojo.

Por supuesto que éste desatino público del Gobierno, dio espacio para que el pleno de la Corte Suprema golpeara la mesa señalando textual, que: "es posible que los magistrados tengan presente la forma cómo repercutirán en su carrera profesional las decisiones que adopten, lo que afecta objetivamente tanto las garantías constitucionales de ser juzgado por un Juez independiente e imparcial, como la de un debido proceso legal".

Como conclusión… el error del Gobierno fue “avisar”, eso constituye amenaza y dio cabida a la reacción de la Corte Suprema, reacción que en sí, constituye otra forma de “avisar” algo. Entonces estos dos Poderes del Estado entraron en confrontación, y la Institucionalidad así no puede funcionar, es un espectáculo digno de un país bananero. Y lo anterior sin considerar el actuar chabacano, permanente y anti constitucional del Presidente del otro Poder del Estado, el Legislativo, el que falta a su deber abiertamente protegiendo a la delincuencia en desmedro de toda la sociedad.

El actuar malévolo de la Justicia obedece a lo generado en ese ámbito por la Concertación, conglomerado corrupto, inoficioso y de actuar escabroso. Esto se  llevó a cabo sin excepción durante sus cuatro gobiernos. Y tuvieron una especial particularidad, los exabruptos los realizaron a cara descubierta, sin preguntar ni avisar nada a nadie; así lograron meter las arcas fiscales en sus sucios bolsillos, e imponer lo injusto e ilegítimo a toda la sociedad, y por supuesto a una parte de ella en forma especial y apuntada, a las Fuerzas Armadas y de Orden chilenas.

En el aspecto judicial nada más, cosa increíble, la Concertación logró sin amenaza alguna que los Jueces actuaran al margen de la ley en muchos aspectos, pero principalmente cuando se trataba de juzgar a ex Uniformados, personas que son tan chilenas como todos los demás. Para ellos no se respetó la cosa juzgada, no se aplicó la ley de amnistía, no se respetó el debido proceso ni la prescripción de la pena, no existió la presunción de inocencia, se les aplicó la ley de lesa humanidad en forma retroactiva, y otras tantas arbitrariedades.

Entonces el Gobierno actual frente al Poder Judicial, debiera “HACER SIMPLEMENTE LO MISMO… que la Concertación”, pero en sentido contrario. La Concertación sin aviso ni amenaza alguna condujo al Poder Judicial a lo ilegal e inconstitucional; pues bien, el Gobierno actual, también sin aviso ni amenaza alguna, debiera observar detenidamente el actuar de todos los Jueces, y ejercer sus atribuciones sobre ellos cuando actúen mal, reubicando así al Poder Judicial en cause que siempre lo caracterizó, un Poder del Estado absolutamente respetuoso de la Constitución Política de la República y de las Leyes que la sustentan.

Si el Gobierno actúa así, con firmeza y decisión, observando la acción judicial y actuando en el momento preciso, pero  sin decir ni opinar nada previamente, terminaría con la angustia que vive hoy la sociedad chilena producto de la acción descontrolada y destructiva de la delincuencia, acción política de sus propios adversarios escondidos tras el “estudiantado”. Y de paso, esa acción terminaría con la prevaricación que envuelve el proceder en contra de los Uniformados chilenos, el sector de la sociedad más pisoteado y basureado judicialmente en Chile, bajo la complicidad abierta de la política chilena, incluso la que hoy gobierna, y que había prometido la necesaria solución de: “JUSTICIA IGUAL PARA TODOS”.