¿Por qué los marxistas quieren
que todos hablemos de
“VIOLACIONES A LOS DD.HH.”?
El concepto correcto es "EXCESOS". Debemos hablar de EXCESOS, cuando
sea preciso reconocerlos, pero NUNCA de "VIOLACIONES A LOS DD.HH." ni
de "VIOLADORES DE DD.HH.".
¿Por qué?:
Porque comete un EXCESO el que sale de los márgenes de una acción BUENA. El EXCESO es un MAL ACCIDENTAL en un contexto SUBSTANCIALMENTE BUENO. Y así el bombero que en el apuro quiebra el vidrio pudiendo abrir la ventana, comete un "exceso", pues la intención del bombero es buena, así como la mayor parte de las acciones que ejecuta con el fin de apagar el incendio. El contexto en que actúa el bombero es, entonces, moralmente bueno, pero no siempre es capaz de ajustarse a lo correcto o ideal en cada una de las acciones que realiza para el logro de su buen fin. ¡Es un hombre! ¡Se puede equivocar! ¡Se puede exceder!
Pero el encapuchado terrorista incendiario no comete un
"exceso" al lanzar la molotov dentro de la casa de los inocentes,
sino que comete un verdadero y propio crimen sin eximentes (circunstancias
excusantes) ni atenuantes (circunstancias que aminoran la culpabilidad). El
contexto de la acción incendiaria de este antisocial es moralmente malo,
comenzando por su fin perverso (el triunfo de la revolución).
Un ejemplo histórico: consta que nuestras tropas cometieron ciertos
EXCESOS en determinados episodios de la Guerra del Pacífico, como la ejecución
de los solados peruanos rendidos en el Morro. ¿Fue relevante? No. ¿Hubo
juicios? No. ¿Hubo reclamaciones de Perú? No. ¿Se pidió perdón a Perú? No. ¿Se
ha hecho cuestión de eso? No. ¿A alguien le importó? No. ¿Se escuchó a los
peruanos vociferar "ni perdón ni olvido" hasta 40 años después de los
hechos? No. Nunca. Nada de eso sucedió, porque LOS EXCESOS SON NORMALES EN LA
GUERRA. Jamás hubo una guerra en que no se dieran, no existe un ejército que
combatiendo no los haya cometido. Para toda persona con un mínimo de sentido
común, es evidente que las situaciones bélicas (y toda otra emergencia) hacen
imposible que todos los hombres mantengan siempre el apego a lo justo,
y así los nuestros se excedieron algunas veces (pocas en realidad) en su
patriótica y noble intención de defender a la Patria de la agresión de los
terroristas marxistas.
Y hay una diferencia enorme entre los que, en calidad de enemigos
externos, fueron nuestros adversarios en la Guerra del Pacífico y los
marxistas, enemigos internos permanentes. En efecto, los soldados peruanos y
bolivianos, al igual que nuestros soldados, eran personas patriotas, creyentes
y honestas; hombres rectos para quienes lo primero era el deber, por lo que
vacilaron en hacer grandes sacrificios, incluyendo el de la propia vida, en
defensa del honor de sus patrias. ¿Puede decirse lo mismo de los terroristas marxistas?
No, sino todo lo contrario: el violentista marxista es un traidor a la patria,
un internacionalista vendido a ideologías mentirosas y foráneas, un
materialista enemigo de toda religión, un asesino, un desleal, un inmoral, un
sujeto sin honor, muchas veces un sádico como ese monstruo de insaciable
crueldad que fue el "Che Guevara". Si muchos nobles combatientes
peruanos y bolivianos merecieron morir a manos de nuestros soldados, ¿con
cuánta mayor razón merecieron las balas estos criminales marxistas, exponentes
de la más profunda abyección humana, de lo peor que hay en el hombre?
Pero sucede que en la sociedad actual se entiende que el que "VIOLA LOS DD.HH." actúa con FRÍA Y PREMEDITADA MALA INTENCIÓN. Es un criminal puro y simple, y el peor de todos, pues hemos escuchado a los políticos decir que puede haber indultos u otros beneficios para muchos criminales, salvo para los "VIOLADORES DE DD.HH.". En el mundo de hoy se aprecia la "VIOLACIÓN DE DD.HH." como el peor de todos los crímenes, y al "VIOLADOR DE DD.HH., como al más malvado de todos los hombres. Un "VIOLADOR DE DD.HH." es alguien que no tiene excusa o eximente alguna, ni puede alegarse una circunstancia atenuante en su favor: es, lisa y llanamente, "lo peor de lo peor".
Así es que cuidémonos de tomar la jerga marxista en nuestros labios. No caigamos en la trampa de esos eternos mentirosos e hipócritas profesionales.
Justo al revés de lo que quieren hacernos creer, LOS MARXISTAS, en rigor, no son culpables de EXCESOS. Son traidores, son delincuentes, son responsables de CRÍMENES DE FRÍA Y PREMEDITADA PLANIFICACIÓN, PORQUE SU INTENCIÓN ES CRIMINAL, PORQUE SU FIN ES MALO, PORQUE LA IDEOLOGÍA QUE PROFESAN ES FALSA Y ASESINA, PORQUE ESTÁN AL SERVICIO DE UN PLAN REVOLUCIONARIO MUNDIAL, PORQUE ELLOS SÍ SON MALVADOS Y NADA SABEN DE HONOR, NOBLEZA, LEALTAD, FE Y PATRIOTISMO, como que se jactan de ser materialistas ateos internacionalistas, gentes sin Dios, Patria ni Ley. ¡Los ríos de sangre de esos 100 millones de asesinados por la Bestia Roja en el siglo XX hablan de modo más que elocuente!
Además está la increíble desfachatez de considerar que existe "VIOLACIÓN DE DD.HH." solamente si el autor en un "agente del Estado". Es decir que si un marxista le quema la casa a alguien porque le dio la gana, no hay "VIOLACIÓN DE DD.HH.", pero ¡hay del Carabinero que le dé un bastonazo a ese terrorista, pues entonces sí hay "VIOLACIÓN DE DD.HH."! Es la perfecta ley del embudo. Sólo los agentes de un Estado pueden "VIOLAR DD.HH."... salvo -obviamente- que se trate del Estado cubano, norcoreano, venezolano u otro de ideología marxista.
El incendiario es el CRIMINAL, no el bombero que, apagando el incendio,
a veces SE EXCEDE y daña lo que no debe. Hoy los marxistas incendiarios
pretenden ser tenidos por héroes y, a la vez, quieren que ese bombero sea
tenido por "VIOLADOR DE DD.HH." y sea condenado, difamado y
encarcelado para siempre como el peor de los criminales, tal y como sucede en nuestro
país.
Por eso, porque nunca hablaré de "VIOLACIONES DE DD.HH." ni de "VIOLADORES DE DD.HH"., porque jamás me resignaré a la insólita aberración consistente en que los ex uniformados chilenos que vencieron a los terroristas marxistas y liberaron a Chile estén presos mientras todos los violentistas izquierdistas están libres y son indemnizados, porque creo en Dios y amo a Chile y no quiero ser un ingrato y un desleal; por todo esto yo apoyo el Plan Ahora, única iniciativa realista en orden a poner fin a esta increíble injusticia.
18 de junio de 2012
Ariel Guerrero, abogado.
